Ana Rey Simó

Museo Nacional de Ciencias Naturales


1. ¿Cómo llegaste a trabajar con plantas y en qué consiste tu trabajo?

Desde pequeña me apasionaron los árboles. Recuerdo que recogía semillas y las plantaba en la ventana de mi habitación y veía cómo crecían fresnos, castaños, robles. Aunque crecí en una gran ciudad tenía un gran parque cerca y me encantaba ir. Cuando me hice mayor estudié Biología e hice mi doctorado en Ecofisiología, curiosa por entender cómo las plantas interaccionan con el ambiente. Entonces aprendí la enorme importancia que tienen, su papel en el clima de la Tierra, en albergar una enorme biodiversidad, en generar y preservar nuestros suelos... Y desde entonces me dedico a estudiarlos y a intentar comprender su papel en el cambio climático. 

 

2. ¿Qué aporta tu trabajo a la sociedad? 

¡En teoría mucho! La ciencia debería de ser la base de todas nuestras decisiones a nivel político, pero en la práctica no lo tengo tan claro. Como científicos nos ocupamos de entender los procesos, cómo debemos preservar y gestionar nuestros bosques, qué papel tienen y cómo responden a los cambios. De ello deberían salir medidas de protección y gestión que nos ayuden a preservar nuestros bosques. Creo además que tenemos la responsabilidad de transmitir la importancia que tienen, de acercar las plantas a la sociedad. 

 

¿Y a la cultura?

La cultura y la ciencia han estado siempre ligados. En mi caso como mencionaba me gusta divulgar, pero además pinto y a través de la pintura intento también transmitir la importancia de las plantas y los bosques. 

 

3. ¿Un lugar verde que sea especial para ti?

¡Muuuchos, todos! ¡Adoro el verde! Desde siempre. Creciendo en Madrid me escapaba al norte todo el verano para estar rodeada de verde. ¡El verde sienta bien, a todos! Un paseo por un bosque es una terapia fantástica. Especiales para mí… los bosques de secuoyas de California, los bosques de hayas de Baviera, más cerquita el castañar del Tiemblo el que visito varias veces al año y cómo no, los bosques de alcornocales, castaños y pinsapares de las Sierras de Málaga donde investigo. 

 

4. ¿Tienes un libro o una película sobre la naturaleza (flora) que te haya marcado?

¡Muchos! Me encantan los documentales y por supuesto los libros. ¿Un libro reciente? El increíble viaje de las plantas de Stefano Mancuso, investigador italiano. ¡Fascinante!

 

5. ¿Crees que el progreso humano ha deteriorado la relación hombre-planta?

Sin duda alguna. Vivimos al margen de la naturaleza, sin contacto con ella, de donde venimos y de quien dependemos. El valor positivo sobre nuestra salud, y hasta nuestro estado de ánimo está demostrado. Necesitamos reconectarnos con la naturaleza. 

 

¿Se pueden reconciliar ambos aspectos? 

¡Creo que sí, no solo se puede, sino que se lo debemos! El progreso humano debería tener en cuenta el respeto y el contacto con la naturaleza, si no, no hay progreso. 

 

6. ¿Algo verde para comer? 

Soy vegetariana, así que para mí, ¡todo es verde! Las plantas son fábricas de carbono, el ladrillo de la vida. Son fábricas capaces de convertir la energía del sol en energía química, almacenarla, que es lo que comemos. Todas las dietas sanas y saludables nos aconsejan el consumo de verduras, legumbres y frutas. ¡Verde! 

 

¿Y para oler?

También maravilloso… el olor del bosque tras la lluvia, de las aromáticas de nuestro bosque mediterráneo…

 

7. ¿Un deseo verde?

¡Que enverdezcamos nuestro planeta y nuestras vidas! Que los partidos verdes o ecologistas no sean minoritarios ni marginales, sino que las políticas ambientales formen parte esencial de todos los partidos y de nuestra conciencia, siempre, más verde. 





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